domingo, 1 de marzo de 2009

MI HIJO ES INDIGO
















Soy María y mi hijo es un niño Índigo.
Ante esta afirmación, los que leáis este articulo me podríais preguntar como puedo estar tan segura de lo que digo, seria muy difícil explicarlo sin llenar veinte paginas de este blog.
Mi hijo se hizo mucho esperar, cuantas lágrimas derramé, innecesarias , porque él ya había decidido venir a mi lado y solo estaba esperando el momento en que yo estuviera preparada para recibirle.
Mucho aprendí en ese tiempo de espera sobre el mundo espiritual, muchas personas se cruzaron en mi camino, de cada uno de ellos aprendí una lección. Hoy pienso que todo el aprendizaje fue para que llegado el momento no entorpeciera la misión de mi hijo, para poder aprender a escucharle y para ser la mejor guia que pudiera tener.
Él no está conmigo así porque si, nada es casual.
Fue un embarazo complicado, Javier pronto dio signos de querer nacer antes de tiempo, mi primera visita al hospital por esta cuestión no pintaba muy bien, el médico me puso las cosas bastante negras.
Pero a pesar de todo esto yo estaba tranquila porque sabía que mi hijo iba a nacer, ya que le había visto en mis visiones y a través de los sueños se comunicaba conmigo, el mensaje era siempre el mismo: todo saldría bien!!!
Y así fue!! a pesar de mis constantes hospitalizaciones los médicos lograron retenerlo hasta los ochos meses.
Algo por lo que estaré eternamente agradecida. GRACIAS a esos médicos que ayudaron a mi hijo para que llegara a este mundo, fueron parte imprescindible en mi camino.
Nació Javier.........le costó bastante llorar, fueron unos momentos de incertidumbre al ver que no respondía a los estímulos de las matronas, por fin lo oímos y respiré profundamente, embargandome una gran tranquilidad que inundó todo mi cuerpo.
La matrona lo tapó y lo cogió entre sus brazos, mientras yo observaba todos los movimientos....por fin lo trajo a mi lado, allí lo tenia!!! miré a sus ojos mientras le acariciaba la cara y entonces ya vi que aquellos ojos tenían una profundidad inusual, ese era mi Javier.
Se lo llevaron y allí me quedé totalmente relajada pensando que ya había terminado todo, las tristezas, los lloros, la incertidumbre, empezaba para mi una etapa de felicidad.............que equivocada estaba, en aquellos momentos no era consciente de la que me esperaba!!
Pasamos quince días más o menos tranquilos a pesar de que Javier daba muestras de ser un niño muy nervioso e intranquilo, exigente y testarudo.
Sus ojos no parecían los de un bebe, si no de una persona mayor, comentario que me llegó a hacer una amiga mía incluso.
Transcurrieron esos quince días y Javier empezó a llorar y llorar, le lleve al medico , el diagnostico: cólicos de lactante.
Hay empezó el calvario, no puedo describir todos los malos momentos que pasamos y sin respuesta alguna por parte de los médicos, solo te decían esta palabra: Paciencia!!
Me sentía desbordada, agotada y sin alegría. De día y de noche todo era una locura, mi estado de cansancio llegó a limites insospechados.
Los médicos insistían que al niño no le ocurría nada pero él se retorcía de dolor y yo sentía una impotencia extrema dentro de mi alma. Visité a un medico que me pidió que le llevara. Él tenia otras perpectivas de este tema, totalmente diferentes a los otros médicos.
Observó al niño y me dijo que lo que le ocurría es que tenia miedo, que estaba desconfiado porque ellos tenían memoria y ya que ahora los partos transcurrían de una forma diferente a otros tiempos eso les producía ansiedad e inseguridad y ese era el motivo de los cólicos; una llamada de atención a la madre, esa era su forma de explicarme que cuando nació tenia miedo porque se lo llevaron no no me vio, le hicieron muchas cosas y yo no estaba allí y él quería comunicarmelo a su modo.
En aquel momento su teoría me pareció más valida que las opiniones de los demás médicos y de echo podría tener razón en ciertos puntos, pero pasados tres años tengo mi propia teoría;
Cada vez aumentan los casos de cólicos de lactante, al que ni nuestras madres y abuelas han conocido, porque? porque son una generación distinta de niños, con un nivel de vibración más alta de la que dispone en estos momentos el planeta tierra y eso supone unos cambios en sus cuerpos dificiles de superar, para la adaptación de su energía a la que se encuentran cuando nacen y eso es lo que les produce este problema.
Es tan solo mi teoría pero tan valida como cualquier otra, ya que ni los médicos le dan una explicacion cien por cien segura, ni saben como solucionarlo.

En aquellos momentos si no hubiera estado anulada por el cansancio y el stress podría a ver pensado en esto y podía a ver aliviado a mi hijo ya que soy maestra de Reiki y sé solucionar los desequilibrios energéticos sin demasiadas complicaciones. Pero no podía pensar!! por un motivo u otro teníamos que pasar aquello tanto el pequeño , yo y toda la familia que lo sufrió , unos de una forma y otros de otra.
Llamé a una profesional del mundo esotérico para que me aconsejara, es alguien de mi confianza,
y sus primeras palabras fueron: Quien te dijo que esto iba a ser sencillo?.
Recordando estas palabras me adelanto en el tiempo al día de hoy cuando una mujer que tuvo cerca a Javier me pregunto algo parecido : Tu hijo es muy especial, no te lo imaginas.
Sabes la que te viene encima? Estas preparada?
Todo esto como os relataba al principio lo sabia desde antes que naciera pero la verdad pensaba que hasta que no fuera más mayor solo tendría que preocuparme de que mi hijo tuviera una infancia feliz como todos los niños pero no es así, ya ha dado muestras de que es distinto y que
las pautas de educación y convivencia con los niños no funciona con él.

CONTINUARÁ (CONVIVIENDO CON UN NIÑO INDIGO)



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